RECOMENDACIÓN DE LIBRO: PACHINKO
He vivido los últimos 5 años de mi vida en Corea del sur, me vine cuando acababa de titularme, recién casada, lista para crear una nueva vida en este lugar lejano, con un idioma que aun hoy no logro entender por completo y con una cultura distinta.
Una de las preguntas que mas recibo cuando hablo con gente de otros países o por instagram es ¿ Qué tan distinto es Corea?, y es que claro, en America Latina tenemos instalado el prejuicio de que en Asia todos o al menos casi todo es muy distinto o raro, y lo entiendo como parte de la naturaleza del ser humano, reaccionar con rechazo e incertidumbre a las cosas nuevas o distintas. Aun cuando yo he vivido aquí ya varios años y considerándome tolerante y de mente abierta, pude enfrentarme a mis propios prejuicios al leer Pachinko por Min Jin Lee.
Sin importar el tiempo que llevo aquí, siempre han habido cosas de la cultura coreana que no lograba comprender- ¿Porqué ese rechazo hacia Japón? ¿Porqué se exigen tanto? ¿Porqué siempre se ven tan perfectos?, etc.
En mi cabeza logre dar respuestas a mis propias incógnitas gracias a lo que me han contado Los mismos coreanos sobre su historia, pero siempre fue algo muy lejano para mi, uno cuando esta en Corea y ve el progreso y la modernidad del país en todas partes, cuesta dimensionar que tan difíciles momentos se vivieron aquí, aun cuando me han hablado de pobrezas pasadas y de los conflictos armados que sufrieron, al no ver con mis propios ojos las huellas de tales sucesos ni en las paredes de las ciudades, ni en las calles, ni grafitis alusivos, a diferencia de mi propio país, Chile, en donde llevamos las heridas de la dictadura militar de Augusto Pinochet como una cruz pesada en nuestra espalda que no podemos dejar atrás. Llegué a pensar que tal vez los coreanos habían superado todo, hasta que al leer Pachinko lo entendí, esas cicatrices estan y las llevan los coreanos por dentro.
Cuando comencé el libro, lo primero que me sorprendió fueron las fechas, en 1933, los personajes de Sunja e Isak emprenden su viaje a lo que pensaban seria una mejor vida en Osaka, en medio de la invasión japonesa en Corea. Los coreanos eran golpeados, escupidos, estafados, humillados y agredidos a diario, ya fuera que vivieran en su propia tierra o en Japón, la vida era prácticamente la misma, pobreza, sufrimiento, vergüenza y lamentaciones.
“… Por que ser coreano siempre trae problemas.” Pag. 95
Vivir para trabajar, cabeza agachada, no llamar la atención, ser un buen coreano. Eran algunas de las frases que se repetían una a una en las familias para sobrevivir una época tan tempestuosa, en donde no encontraban razón lógica por la cual fueran tan odiados, simplemente lo eran, ¿Por qué? Porque nacieron en Corea.
Mientras leía la historia, llegamos a 1959 y los coreanos se debatían entre ir a Una guerra a pelear y salvar su nación o seguir viviendo en las sombras de una sociedad que los repudiaba. En ese año mis abuelos ya estaban vivos en Chile, la raíces de mi familia ya existían, darme cuenta de la cercanía de los acontecimientos me rompió el corazón.
A medida que los enfrentamientos quedaban atrás lo único que tenían los coreanos para surgir era aprender, y se volvió fundamental estudiar para tratar de sobrellevar la rápida industrialización que estaba ocurriendo. “Un coreano que estudia y tiene una buena vida es un buen ciudadano”, con este tipo de frases, no había mas que el auto consuelo en un país que había sido destruido, con una nación dividida y cientos de familias separadas. Al llegar a los años 80’s en la historia la fuerza laboral y mano de obra de las décadas de los 50 y 60 comenzaba a jubilar, mas en Corea hasta esa fecha no existía sistema de pensiones. Mi mamá por esos años tenia alrededor de 10, es decir que los abuelos de los padres de la gente que hoy en día esta entre los 25 a 40 años, se jubilaron en la mas absoluta miseria, y la generación siguiente lo pudo ver con sus propios ojos.
Sin ir mas allá la abuela de mi esposo, a quien he visto tantas veces, vivió y sufrió toda esa inestabilidad social, la guerra y el sufrimiento de su país, su pueblo natal esta cerca del norte, por lo que es muy probable que parte de su familia aun este viva allá. ¿Por qué estudian tanto? Porque fueron criados por una generación que entendía la educación como la única forma de salir adelante. ¿Por qué siempre se ven tan pulcros y todos iguales? Porque dos generaciones atrás si llamabas la atención atraías humillación, etc. Pachinko me hizo despertar y quitarme la venda de prejuicios occidentales de los ojos, ahora puedo ver Corea por lo que realmente es, un pueblo fuerte y resiliente, con profundas heridas aun por sanar.
Si te da curiosidad te recomiendo leer este maravilloso libro que recorre cuatro generaciones de una misma familia, o también puedes ver el drama Pachinko en Apple tv.
¿Qué opinas de pachinko?
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